¿Qué temas te gustaría ver en el blog?

viernes, 17 de febrero de 2012

El regateo… cómo sobrevivir en el intento


Bueno, todos saben que en China casi todo se regatea. Yo me acuerdo que mientras veía los programas de turismo en la televisión, me imaginaba todo como un mercado persa y un regateo simple, claro, nunca había venido a China y no me lo podía imaginar.

Pero cuando llegué a Beijing me di cuenta de las diferencias abismales que existen en el tema del regateo, que vienen dadas por las grandes diferencias culturales que tenemos. El regateo es casi una institución y los márgenes del regateo son amplios. Por ejemplo, en Chile uno regateaba 1 o 2 dólares, o quizás si uno compraba hartas cosas, uno pedía “la yapa”, que es un regalo adicional, pero en el fondo uno sabia más o menos cuando salían las cosas.

Acá, el precio inicial puede ser de 1000 yuanes y se termina pagando 50… así de extremo. Especialmente en los sitios turísticos, para los vendedores todos los extranjeros tenemos muchos dólares o euros, y el simple hecho de haber viajado a China, nos hace ganarnos la etiqueta de millonarios o de mucho dinero.

Por esto, el precio inicial dependerá mucho de quien esté regateando: si son rubios y de ojos azules el precio sube un poco, si miran los productos con mucho entusiasmo o no también. Otro factor importantísimo es si hablan o no chino. Si hablan chino o van con alguien que hable chino y conoce el tejemaneje de todo esto, les dirán al vendedor: sabemos que este chaleco no sale mas de 50… vivimos en China y ya lo hemos comprado, así que nos debes dar un precio justo.  También existen otros factores, como el conocimiento del precio que tengan sobre el producto, si son capaces de darse cuenta de los “errores” que tengan, y de su capacidad de aguantar el regateo durante un buen tiempo.

Aunque principalmente el regateo se caracteriza por encontrarse omnipresente en los lugares turísticos, en la compra de recuerdos y ropa – el Mercado de la Seda es el típico caso de esto -, también podemos regatear en otras ocasiones, por ejemplo, al tomar taxis negros. A ver, no es que sea recomendable, especialmente si vienen de turismo, porque no saben el precio que sale en taxi normal. Pero por ejemplo cuando voy a mi trabajo, siempre camino desde el metro a la oficina unos 20 minutos. Claro, hay días que llego tarde o simplemente no quiero caminar, y encontrar un taxi a las 9 de la mañana es un poco difícil, así que algunas veces tomo taxi negro. Yo se que el viaje en taxi normal sale 11 yuanes, así que ofrezco 10, casi siempre me dicen 20 o 15, pero yo les digo, déjame en la pasada y te doy 10, y ningún problema; pero es porque hablo chino y les doy el precio justo. Claro, a veces no falta el que me dice que no… y es NO. Frente a eso, nada mejor que respirar profundo, y esperar al siguiente.

También los famosos triciclos se regatean, que existen en modalidad bicicleta o moto… y pasa más o menos lo mismo que con los taxis negros… se debe saber la tarifa normal para ofrecer algo similar. OJO. Recuerden decir el precio en yuanes, porque no faltan las veces que dicen, si! 10… y cuando te bajas, te dicen 10… euros! Jajajaja. Siempre las cosas claras.

Dejando fuera los lugares típicos de regateo, creo que mejor que regatear, es pedir un descuento… me ha pasado que como soy extranjera, y hablo chino, muchas veces me ofrecen el precio de estudiante amablemente… por ejemplo, en los hospitales de medicina china. Cuando mis padres estuvieron en Beijing, preguntábamos por el precio de tercera edad – sobre 65 años -, y creo que pagamos mitad de precio en muchos lugares, otros nos decían que no porque la tarifa tercera edad era para los residentes de Beijing, pero nos ahorramos mucho dinero.  Nunca está de más preguntar si existe algún tipo de descuento.

Algunos consejos prácticos.

-          La primera regla es que si uno comienza a regatear es porque realmente quiere comprarlo. Como uno y el vendedor invierten tiempo y estrés regateando, lo justo es que finalmente termines comprando, además si uno se va sin comprar, el vendedor se enojará mucho y probablemente los perseguirá por un rato – sin hablar de los gritos -. Mejor evitarse el mal rato.
-          El regateo suele ser un poco brusco, y para quienes no estén acostumbrados puede salirse de control. Cuando recién llegue al Mercado de la Seda, no estaba acostumbrada al cambio, y tener que regatear con alguien que, constantemente me estaba presionando, gritando y apuntando con la calculadora hacia que tomara decisiones un poco apresuradas. Lo que aprendí con el tiempo fue – además de que me acompañara Alain – es aprender a tomarme un minuto para preguntarme: ¿De verdad quiero comprar esto? ¿Cuánto quiero pagar? ¿Cuánto me sale en Chile, original, en una tienda establecida? Aunque la vendedora me esté hablando diciéndome lo hermoso que es ese chaleco, lo bien que me quedaría, y la calidad de la tela, le digo: dame un segundo…. Me hago las preguntas, y si no lo quiero le digo, gracias pero no lo necesito. NO me devuelvo aunque ella me llame, porque simplemente no quiero comprarlo. Hay que aprender a decir no, y ser tajante en eso. 

Video cómico que muestra como se regatea en el Mercado de la Seda

Espero que cuando visiten China, tengan en cuenta estos consejos, ¡Mucha suerte!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

En Beijing!

En Beijing!
Año nuevo chino